Película estrenada en 2006, bajo la dirección de Neil Burger y que cuenta con un reparto muy conocido donde destaca Edward Norton, pero ademas cuenta con Paul Giamatti, y una actriz que esta ganando importancia en la actualidad Jessica Biel. Una gran injusticia que en su año no ganara todos los premios posibles, y que pasara sin pena ni gloria por las diferentes entregas de premios.
En Viena el misterioso Eisenheim cautiva al público con sus espectáculos de magia e ilusionismo. Sus poderes sobrenaturales llegan a oídos del príncipe heredero Leopold, un hombre escéptico que acude al espectáculo acompañado de su prometida, la bella y sofisticada Sophie. Sospechando un fraude por parte de Eisenheim, el príncipe encarga a un perspicaz inspector de policía que lo vigile de cerca.
Esta película no cuenta con una gran historia, ni un guión excelente, exceptuando el apoteósico final que sin duda es idea de un genio. Pero sin duda esta falta de base la suple con una puesta en escena sublime, si a eso le unes que Edward Norton hace un papel descomunal, pues tienes un cóctel que sin duda sera magnifico. El fuerte sin ninguna duda esta en los aspectos técnicos, donde se nos muestran unos escenarios preciosistas, bastante descoloridos, con una luz muy plana (usa la misma tecnica de iluminación prácticamente en la totalidad del film) pero sin duda perfectamente adaptados a la historia. Sin embargo esto contrasta con los escenarios de los espectáculos de Eisenheim, los que se muestran con mas color, muy fuertemente iluminados, y que nos dan esa sensación de irrealidad y de estar viendo algo que nos cautivará y nos alucinará. También merece una mención especial el apartado sonoro, otro aspecto que hace que te introduzcas totalmente en ese mundo sobrenatural que quiere el director.
La interacción y las relaciones entre los personajes, son las que llevan el peso de la historia y nos ayudan a comprenderla, sin embargo los diálogos no tienen gran importancia en el desarrollo de los acontecimientos (lo que me lleva a pensar que si fuera muda, igual nos sorprendería aún mas).
Una obra de arte, un espectáculo visual sin comparación. Un ejemplo de que sin una gran historia se puede hacer una película espectacular, deleitando los sentidos del espectador. Te introduce en ese mundo y hace que alucines con cada escena, ademas de mantenerte enganchado mientras esperas ver como acabara el protagonista. Sin ninguna duda un peliculón, de diez.